SIGO

Aquí sigo, en la misma ciudad de estos últimos 3 años, en continuo cambio. Sigo aquí, pero por poco tiempo. No soy la misma persona que vino hace un tiempo, tampoco soy la misma que ayer. Necesito cicatrices que me lo recuerden, que me recuerden cada etapa, quiero llevarlas conmigo siempre, me quiero demasiado como para permitir que se me olvide quien soy, o fui, o lo que sea. No soy la misma, no. Pero también tengo que decir que hay constantes que no cambian, como ese chico, o como tener que autotranquilizarme a las 3.40 de la mañana dejando constancia de todo, de mi sinceridad, para que no se me olvide, para contármelo a mi misma, para ordenar mis ideas.

desorden

Harta de perder el culo por alguien, harta de todo, de esto, de que no prospere lo mío, mis cosas. Jodida de desorden, de desorden mental. En crisis por dentro. No querer estar aquí pero tampoco saber a donde ir. Dame algo con lo que ocupar la mente, que me asusta mirar adentro. A ver si me encuentro. No quiero querer ayuda, pero creo que la necesito. No voy a pedirla, seguro que llega (o seguro que no). Odio sobrevivir y odio el invierno. Y yo aquí quejándome de vicio, de consentida y de caprichosa. Qué bofetón me daría ahora mismo si no fuera porque sé que eso también me va a doler a mi.

Los divinos dones

Siempre nos enseñaron que eso de los "dones" era una mentira, que si trabajabas para algo lo terminarías consiguiendo, que el único medio para llegar a ser algo es currándoselo. Pues bien, estos son los engaños que la gente mediocre inventa para no desanimar a otra gente mediocre. O naces con el divino don de ser listo como una ardilla y valer para todo (o simplemente no valer para todo, pero hacer creer que sí), o acabarás con el único objetivo de la gente mediocre: una vida normal. ¿Y quién coño quiere una vida normal?

ABAJO.

Vuelta otra vez a los mundos bajo tierra. Todo oscuro, y eso que aún es Septiembre y estoy rodeada. No tengo nada en lo que pensar. Sigo dándole vueltas a cómo la gente puede vivir de vacaciones. De vacaciones mentales. No hay cosa que me asuste más que volver a bajar a estos infiernos. Espero encontrar la salida sola, porque no aguantaré mucho más aquí abajo.

Obsesión es vida

No somos nada sin una meta. Sin un proyecto que nos motive, todo es una puta mierda. No somos nada. Inspírate con algo y vive por y para ello. Algo que te ayude a seguir adelante. Algo que te llene la cabeza. Muchos lo llamarán obsesión, llamalo como quieras. Hay quien escoge vivir por y para otra persona, eso es de suicidas y de gilipollas. O de gilipollas suicidas.

Rómpete los huevos por salir adelante, solo, independiente. El único necesario eres tú mismo. Déjate la piel en algo, y cuando de su fruto, a eso, llámalo felicidad. Hasta entonces, desquíciate (eso nunca mató a nadie) tendrás llantos y jodidos días de sofá y depresiones, pero y qué. RECOMPENSA.

Una llamada a los Dioses.

Son ruegos quejas y chillidos para los oídos de los dioses. Desde dentro. Desde dentro de mi. No pretendo nada. Y con nada quiero decir, nada más que ordenar mis pensamientos. Ni siquiera considero pensamientos. Enfin. Y eso que odio escribir. Soy un lío, soy un asco. Ahí va, no me prometo nada.